el rutinario camino hacia el trabajo (I)

Es lunes. Reinicio el paseo matinal hacia el trabajo. Llevo mi cámara. Mi mirada es menos rutinaria que mi paseo cuando llevo mi cámara. A mitad de camino veo dos leones, uno naranja y otro azul, esperando erguidos a dos patas frente el semáforo del Paseo de Gracia con Diagonal. Los fotografío primero de espaldas (siempre he desconfiado de los leones aunque sean de color azul). Comprobada su indecisión para cruzar la calzada, vuelvo a apuntarlos con mi cámara, esta vez de cara. El león azul me saluda dando el visto bueno al disparo. Le devuelvo el gesto evitando por precaución que mi sonrisa deje entrever mis dientes. Voy con el tiempo justo así que evito entrar en conversación (además, tampoco soy un avezado conocedor de temas félidos). Miro el reloj y entro en la madriguera.